Cueva de las Lechuzas
Esta cueva, que al igual que la gruta de Guagapo aún no tiene final definido, alberga una de las más importantes poblaciones de guácharos, aves consideradas fósiles vivientes por su antigüedad y su proceso de extinción. Es, además, el punto de atracción más importante del Parque Nacional Tingo María.
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Descripción
Cueva de las Lechuzas desde el interior
Esta gruta, ubicada en las faldas de la cordillera “La Bella Durmiente”, es la atracción principal del Parque Nacional Tingo María. Su material natural es la piedra caliza y sus formaciones pétreas son las estalactitas y estalagmitas; sobre su salida o final aún no se pueden hacer cálculos, sólo se ha explorado 400 metros de su interior.
La cueva de las lechuzas es un complejo mundo oscuro donde conviven los guácharos (llamados “lechuzas” por los lugareños) con loros, golondrinas, murciélagos, pericos, arácnidos, artrópodos y la flora que crece dentro de la gruta. El ecosistema que se forma en estas entrañas de la selva es de vital importancia debido a que la fauna residente de la cueva abastece de semillas a diferentes árboles y palmeras del bosque: pijuayo, huicungo, requi colorada y ungurawi son algunas de las especies florísticas que se ven beneficiadas. La compleja cadena de consumidores-degradadores-predadores que se forma es la que garantiza la subsistencia de la vida silvestre en Tingo María.
Por otro lado, la belleza paisajística apreciada desde este punto del Parque es inigualable.
Guácharo
Esta ave fue descubierta por el explorador Alexander Von Humboldt y es considerada un fósil viviente por ser una especie muy antigua en proceso de extinción.
Físicamente es de color marrón con manchas blancas y negras, tiene cerdas alrededor del pico y llega a medir 48 centímetros de largo.
Respecto a sus costumbres, el guácharo es un animal gregario y nocturno. Para conseguir su alimento, una dieta compuesta por frutos del pijuayo, palmeras y otras plantas, es capaz de volar 25 kilómetros desde su cueva.
Dentro de la cueva, en plena oscuridad, su manera de orientarse en mediante la ecolocación, un sistema similar al radar que le permite encontrar su nido emitiendo sonidos que al impactar contra los objetos generan nuevos sonidos conocidos por el ave.
El guácharo construye sus nidos en las paredes de las cuevas, usando para ello barro y excremento. En la época de reproducción, la hembra pone 2 a 4 huevos blancos, los que se tornan de color marrón por la suciedad del nido. Cuando nacen los pichones los padres los alimentan con pulpas de frutos regurgitados.
El hábitat donde viven estas importantes aves forma un ecosistema muy especial, ya que, como el guácharo se alimenta de los frutos de 24 especies de árboles y palmeras, en el piso de las cuevas se acumula una gran cantidad de semillas y restos de los frutos, formando así la base de la red trófica del lugar. Todo el delicado equilibrio de la fauna se basa en el aporte de restos orgánicos que las aves transportan a la cueva (excrementos y animales muertos).
Cerca de 50 especies de artrópodos (32 de insectos, 13 de arañas) viven directa o indirectamente a expensas de las semillas y restos orgánicos, siendo éstos descompuestos en fases sucesivas y por artrópodos diferentes: en la transformación de las semillas a detritos gruesos intervienen especialmente coleópteros; el proceso de detritos gruesos a detritos finos está a cargo de las cucarachas (Blattidae) y coleópteros; para la transformación de detritos finos a humus actúan cucarachas, milpiés, moscas, coleópteros y otros; finalmente, para transformar el humus en suelo húmico, colémbolos, ácaros e isópodos culminan el proceso.
En cada etapa, la fauna detritívora sirve de alimento a otras especies carnívoras como arañas (tarántulas y varias otras), insectos (cucarachas, coleópteros carnívoros), ciempiés o escolopendras, pseudoescorpiones, alacranes, etc.
En el Perú, las principales cuevas donde habita el guácharo son las Cuevas de San Andrés (Cutervo, Cajamarca), la de las Lechuzas (Tingo María, Huánuco), la de Los Tayos (Amazonas) y las de Ninabamba (Cajamarca).
